Hace unas entradas comenté que me había comprado un libro de Muffins en el Lidl. Parecía que iban a ser sólo recetas de muffins, pero no. También contenía recetas de donuts, de galletas y de bagels.
Nunca había oído hablar de los bagels hasta que compré este libro. Y en él leí que los bagels son típicos de los desayunos americanos aunque son de origen europeo. Más concretamente de origen judío. Que se pueden rellenar tanto de dulce como de salado y que su elaboración consiste en una masa fermentada que se moldea, se cuece y luego se dora al horno.
He estado intrigada hasta hoy sobre cómo sabrían y cómo sería su textura. Porque hoy me he decidido a hacerlos.
Son crujientes por fuera, pero por dentro son blanditos. Saben sosos, similares al pan chino, pero como no van fritos, son mucho más suaves. También me recuerdan a la textura de lo de dentro de los cruasanes, pero ya digo, son sosos. Así que el relleno es el que va a marcar su sabor.
Hoy los he rellenado con nata al chocolate, o ganaché.
He de decir que repetiré. Que me han gustado mucho como panecillo de bocadillo y que seguro que con jamón york y queso o con relleno vegetal están de muerte.
Los de hoy rellenos de ganaché de chocolate, nos han hecho chuparnos los dedos hasta los codos.
Muy recomendables y sencillos de hacer.
Así son sin rellenar:
Y así quedaron rellenados:
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