Domingo de Carnaval. Hoy hay que comer torrijas, caretas, orejas, filloas...platos típicos de los pueblos de nuestros padres, para festejar estos días antes de la cuaresma.
En mi caso ha tocado torrijas.
Es un postre baratísimo, rápido y fácil de hacer.
No es necesario ni pan duro, ni pan especial para torrijas, ni nada de eso. Símplemente pan. El que uno quiera: pan de pueblo, pan de barra, pan de chapata, pan duro, pan del día, pan de molde, pan congelado descongelado... lo que uno quiera.
La diferencia entre todos los panes: el sabor y la duraeza de la corteza después de freir. Sin más.
La forma de hacerlo, igual para todos.
En mi caso, para estas torrijas, pan congelado, dejado descongelar al natural. Porque en el microondas se calienta demasiado (normalmente a mí me pasa) y además se desconcha la corteza.
La forma de hacerlas para 18-20 torrijas, aproximadamente:
Se calienta 1 litro de leche con una rama de canela y corteza de limón. Se añade el azúcar que uno quiera. Se deja la leche algo más dulce de lo que se dejaría si se fuera a tomar ella sola, porque luego tiene que endulzar pan, que no es dulce de por sí.
La leche se vierte a una fuente y se deja enfriar un poco, calentita, pero que no queme.
Se cortan rebanadas de pan del tamaño que uno quiera y se meten en la leche hasta que se empapen. Se levantan con dos tenedores o con una espátula y se dejan en una bandeja elevada, que permita escurrir el exceso de leche, que se volverá a recuperar de nuevo en la fuente.
Se baten 2 huevos (después se añadirá otro si hace falta). Se reboza suavemente la torrija en el huevo y se fríe en aceite caliente aunque no excesivamente caliente. Bien frita por un lado y bien frita por el otro. Y ya está.
Así con todas las torrijas.
Se dejan enfriar y ya tenemos nuestro postre de carnaval.
Aquí están:
¡¡¡Feliz Carnaval!!!
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